La vida de Holly Jacobs dio un vuelco cuando en 2011 aparecieron en Internet fotografías suyas desnuda que compartía en privado con alguien con quien mantenía una relación, sin su consentimiento y exponiendo su identidad. Desesperada por conseguir recursos para protegerse, Holly quería huir y esconderse del mundo. En su lugar, canalizó su fuerza y optó por defenderse a sí misma y a otras víctimas del porno no consentido (PNC, también conocido como "porno vengativo"). En 2012, Holly lanzó la campaña End Revenge Porn, que comenzó como un esfuerzo para recoger firmas a favor de la creación de una ley federal contra el PNC. Su iniciativa evolucionó hasta convertirse en CCRI (Cyber Civil Rights Initiative), una organización sin ánimo de lucro que atiende a miles de víctimas de todo el mundo y aboga por la innovación tecnológica, social y jurídica para luchar contra el abuso y la discriminación en Internet. En la actualidad, CCRI atiende a miles de víctimas en todo el mundo, y de los 41 estados y DC que actualmente tienen leyes contra ello, CCRI asesoró a los legisladores en la redacción de la legislación sobre PNC en 30 de esos estados, DC y el gobierno federal. Desde la creación de la línea de ayuda en caso de crisis de CCRI en 2014, ha atendido a una media de 100-200 víctimas de PNC o acoso en línea al mes. Solo en 2017, la línea de ayuda en crisis de CCRI atendió a 2.609 personas.
Como Mujer de Valor, quiero decir a víctimas como yo que no tienen por qué huir ni esconderse avergonzadas. No están solas, y juntas tenemos el poder de alzar la voz y luchar contra los abusos en Internet.