¿Debes Aplicar El Aceite Antes O Después De La Crema Hidratante?

A estas alturas, esperemos que ya sepas que es importante hidratar independientemente de tu tipo de piel (sí, hemos dicho esperemos porque, bueno, lavarse las piernas y ducharse a diario... no hace falta decir más). Pero, ¿te has planteado alguna vez si estás siguiendo el orden correcto de aplicación de tus productos nutritivos para el cuidado de la piel? Una pregunta que escuchamos a menudo es si se debe aplicar el aceite facial antes o después del hidratante. Si te preguntas lo mismo, has llegado al lugar adecuado. A continuación, te explicamos cómo aplicarlos en capas en tu rutina de cuidado de la piel y te damos respuestas a otras preguntas frecuentes sobre el aceite facial.

Hidratante frente a aceite: ¿Qué debe ser lo primero?

Cuando se trata de productos para el cuidado de la piel, siempre es mejor seguir las instrucciones del producto que se utiliza. Dicho esto, existe una regla general sobre si aplicar el aceite antes o después del hidratante, y puede que no sea lo que piensas. Generalmente, querrás aplicar aceite como último paso de tu rutina. Aunque pueda parecer que esto va en contra de lo que se sabe sobre la estratificación del cuidado de la piel -se recomienda aplicar los productos del más fino al más grueso-, no es así.

Los aceites suelen parecer más finos que las cremas y lociones faciales, ya que tienen fórmulas líquidas, pero en realidad son más pesados que otros productos. Como el aceite es el producto más pesado (o más denso) de tu rutina, es capaz de penetrar en tu hidratante y acceder a tu piel, pero no lo contrario. Si quieres aumentar la hidratación, aplica el aceite después del hidratante sobre la piel húmeda. Esto ayudará a que el hidratante se absorba mientras el aceite de tu rostro se sella y añade una capa extra de nutrición. Como los hidratantes son en parte agua y en parte aceite, ayudan a la piel a retener la humedad, mientras que los aceites ayudan a retenerla.

Otra opción es utilizar un aceite facial después de la hidratación si quieres lucir un look de glamour sin maquillaje. Utilizar un aceite facial como último paso de tu rutina te permite determinar con precisión dónde colocarlo, lo que significa que puedes aplicarlo en los pómulos, la punta de la nariz y el arco de cupido como sustituto del iluminador.

Además de los pasos de la rutina de cuidado de la piel, se recomienda utilizar aceite facial tanto por la mañana como por la noche para una hidratación óptima.

¿Se puede utilizar aceite facial en lugar de hidratante?

Por algo existen tanto los hidratantes faciales como los aceites faciales: cada uno tiene su función en tu rutina. No todos los aceites faciales son iguales; algunos están específicamente formulados para hidratar intensamente la piel seca, y otros están formulados para combatir los signos del envejecimiento. Así que, por muy tentado que estés, lo mejor es que no elimines ni uno ni otro de tu régimen. Si quieres realizar dos pasos en uno al aplicarla, puedes optar por añadir unas gotas de aceite facial a tu hidratante.

3 consejos para aplicar aceite facial

Hay algunos consejos útiles que pueden ayudarte a sacar el máximo partido a tu aceite facial, y van más allá de aplicarlo en el orden correcto. Aquí tienes 3 a tener en cuenta:

Consejo 1. No lo restriegues

A diferencia del hidratante, no querrás frotar ni deslizar el aceite facial sobre la piel. Utiliza los dedos y las palmas de las manos para aplicar el aceite sobre la tez.

Consejo 2. Úsalo como tratamiento localizado

Aunque es aconsejable aplicar el aceite facial por la mañana y por la noche, también se puede utilizar como tratamiento localizado para las zonas secas y escamosas de la piel. Aplica una a lo largo del día si alguna zona de tu piel necesita un poco más de hidratación.

Consejo 3. Sigue la regla de menos en más

Los aceites faciales son conocidos por ser ultranutritivos, lo que significa que un poco rinde mucho. Solo necesitarás unas gotas para cubrir todo el rostro. Siempre puedes añadir más si crees que lo necesitas, pero adoptar este enfoque te ayudará a evitar un rostro grasiento.

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Edición: Shalwah Evans. Fotografía: Chaunte Vaughn. Dirección artística sénior: Melissa San Vicente-Landestoy. Asistencia de producción creativa: Becca Solovay. Maquillaje: Jonet Williamson. Estilismo de peinado: Akihisa Yamaguchi. Estilismo de vestuario: Adriana Perez-Bell. Tecnología digital: Paul Yem. Modelo: Chelsea Vaughn.