5 buenas y malas prácticas al lavarte la cara

El limpiador facial es esencialmente la base de tu rutina de cuidado de la piel. Antes de aplicar cualquier otro producto, incluidos el sérum facial, la crema hidratante, la crema para los ojos e incluso el maquillaje, siempre es conveniente limpiar la piel para eliminar la suciedad y las impurezas de la superficie. Pero podrías estar utilizando el limpiador facial de la manera equivocada.

Aunque puedas pensar que se trata de un paso bastante básico en el cuidado de la piel, en realidad hay algo de técnica implicada y puede marcar la diferencia en la salud y la luminosidad de la tez. Así que ten en cuenta lo que debes y no debes hacer la próxima vez que te dirijas al lavabo o al tocador para una sesión de lavado facial.

1. Mójate primero las manos y la cara

Si vas a utilizar un limpiador facial con enjuague, mójate las manos y salpícate la cara con agua antes de aplicar el limpiador sobre la piel. Te ayudará a hacer una buena espuma para agarrar la suciedad y la grasa antes de enjuagar.

No te limpies con las manos sucias

Si algo nos ha enseñado la pandemia más reciente es que unas manos limpias son un factor de cambio en nuestra salud general. Son aún más imprescindibles si vas a tocarte la cara. Antes de limpiarte la piel, lávate las manos: así evitarás que las bacterias pasen de los dedos a la cara.

Consejo del editor: Aunque utilices un limpiador sin enjuague o limpiador sin enjuagado, debes asegurarte primero de que tus manos están limpias.

2. Utiliza la limpieza como masaje

¿Hay algún mal momento para darse un masaje? ¿Por qué no aprovechar la rutina de limpieza para mimarte un poco y darte un masaje facial? Con la punta de los dedos, masajea suavemente el lavado facial sobre la piel con pequeños movimientos circulares y ejerciendo una ligera presión antes de enjuagar con agua.

No seas brusca con tu cara

Un buen cuidado de la piel consiste en tratarla con delicadeza, lo que significa que no hay necesidad de ser brusca. Por lo tanto, no restriegues con fuerza cuando te limpies, ni siquiera cuando tengas un brote.

3. Elige el mejor limpiador facial para tu piel

No todos los limpiadores faciales son iguales, y lo que funciona para una persona puede no ser necesariamente la mejor opción para otra. Del mismo modo que tú eliges una crema hidratante o una base de maquillaje diferente a la de tu amiga, deberías elegir tu limpiador facial en función de tu tipo de piel y las necesidades de tu piel (que no son lo mismo).

Si tienes la piel seca prueba L’Oréal Paris RevitaLift Radiant Smoothing Cream Cleanser. Esta suave espuma limpiadora facial ayuda a eliminar todos los restos de maquillaje e impurezas, a la vez que exfolia suavemente las células muertas de la piel.

Si tienes la piel grasa, opta por L’Oréal Paris Revitalift Bright Reveal Brightening Daily Scrub Cleanser. Formulado con ácido glicólico, este producto utiliza suaves microperlas para exfoliar la piel y mejorar su textura y luminosidad.

Si tienes la piel madura prueba L’Oréal Paris Age Perfect Nourishing Cream Cleanser. Esta crema limpiadora facial diaria con aceites regeneradores elimina con suavidad y eficacia los restos de maquillaje y otras impurezas para refrescar la tez.

Si tienes la piel mixta o sensible prueba L’Oréal Paris Micellar Cleansing Water Complete Cleanser Waterproof - All Skin Types. Este limpiador facial sin enjuague, que no contiene aceite, jabón ni alcohol, elimina el maquillaje y la suciedad en un solo paso sin resecar la piel ni provocar sequedad.

No limpies tu piel en exceso

Dicho esto, sea cual sea tu tipo de piel, cuando se trata de utilizar un limpiador facial, 2 veces al día debería ser suficiente en circunstancias normales: una por la mañana y otra por la noche.

4. Ajusta la temperatura del agua

Limpiarse la cara con agua tibia puede ayudar a evitar que la piel pierda su grasa natural o que se sienta tirante después del lavado. Las temperaturas extremas del agua pueden tener el efecto contrario de lo que intentas conseguir en lo que respecta a la salud de tu piel.

No laves con agua muy caliente

Seguro que te lo esperabas. Aunque usar agua caliente para limpiar la piel puede resultar relajante, no es la mejor opción. El agua caliente puede eliminar los aceites esenciales de la piel y dejarla más seca.

5. Aplícate crema hidratante antes de secarte

Según la Academia Americana de Dermatología, el mejor momento para aplicar la crema hidratante es cuando la piel aún está húmeda después de la limpieza. Así que, antes incluso de tomar la toalla, aplícate la crema hidratante. En cuanto a qué utilizar, querrás que tu hidratante se adapte a tu tipo de piel y a tus necesidades, al igual que tu limpiador facial.

La hora del día también desempeñará un papel importante en esta decisión. Por ejemplo, durante el día puedes optar por una crema hidratante con FPS incorporado, como L’Oréal Paris Revitalift Triple Power Day Lotion SPF 30, para ahorrarte un paso en tu proceso diurno, mientras que por la noche puedes usar L’Oréal Paris Revitalift Pressed Night Moisturizer with Retinol + Niacinamide para combatir las arrugas y el tono desigual de la piel.

Se trata de encontrar la combinación adecuada para tu piel y prestar atención a cómo reacciona y mejora.

No te restriegues la cara

¡Deja esa toalla! Como te hemos dicho antes, se trata de ser delicado con la piel. Secar la tez con demasiada agresividad puede resultar irritante, por lo que basta con secarla suavemente con una toalla, dejándola ligeramente húmeda para la crema hidratante, por supuesto.

Siguiente: ¿Debe aplicarse el protector solar antes o después del hidratante?

Actualización: Shalwah Evans. Crédito de fotografía:Chaunte Vaughn